Encuentros Diarios
Noviembre 29, 2024
1. Cómo rebosar de gratitud
"Por lo tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor,
ahora deben seguir sus pasos. Arráiguense profundamente de él y edifiquen toda
la vida sobre él. Entonces la fe de ustedes se fortalecerá en la verdad que se
les enseno, y rebosaran de gratitud."1
La
gratitud no es algo que fluye automáticamente de nosotros, sino que es algo que
crece a través de la práctica. Nuestros defectos humanos y nuestra comprensión
limitada de las cosas muchas veces pueden ponerse en el camino de desarrollar
un corazón agradecido. Entonces, ¿cómo podemos convertirnos en personas que
rebosan de gratitud en este mundo roto? La Escritura de hoy nos da la respuesta
a esta pregunta... todo vuelve a nuestra relación con Jesús.
Cuando aceptamos a Cristo, la emoción de nuestro "Primer Amor"
es evidente y no podemos esperar para hablar de ello. Pero a medida que pasa el
tiempo, las preocupaciones y el estrés de la vida tienden a tener lugar de esa
emoción, que quita nuestro enfoque de Cristo. Sin embargo, si queremos ser
personas verdaderamente agradecidas, debemos hacer crecer nuestras raíces más
profundamente en Él todos los días a través de pasar tiempo en Su Palabra y en
conversación con Él. Entonces, no importa lo que venga en nuestro camino,
estamos anclados en Él, y no seremos conmovidos. Cuando nuestras vidas se
construyen sobre la Roca como nuestro Fundamento, nuestra fe crecerá en medio
de todas las circunstancias porque conocemos a Cristo y hemos creído su verdad.
Sólo entonces podremos rebosar de gratitud porque hemos experimentado a Cristo
de una manera tan personal e impactante. Llegamos a creer que nuestras
circunstancias externas no determinan ni cambian quiénes somos en Cristo y Su
gran amor por nosotros.
Arraiguemos nuestros corazones en
Cristo y vivamos con gratitud. Dios tiene tantas bendiciones reservadas para
nosotros, y el agradecimiento abrirá nuestros corazones para aceptarlo.
Oración sugerida: Querido Señor, sé que a veces he permitido que las
circunstancias externas tengan prioridad en mi vida, y esto me ha impedido
crecer más profundamente en Ti. Quiero ser una persona que rebosa de gratitud
durante todas las estaciones de mi vida, y sé que esto solo puede suceder a
medida que paso más tiempo contigo. Gracias por tu paciencia y gran amor hacia
mí, y también por la oportunidad de comenzar de nuevo contigo hoy. Gracias por
escuchar y contestar mi oración. En el nombre de Jesús, amén.
Colosenses 2:6-7.
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