Encuentros Diarios

Marzo 26, 2019

Jesús dijo, "Cuídense de la avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia que tenga a causa de sus posesiones."¹

"Dinero," dice Sanford Lee, "es un excelente sirviente, pero es un terrible amo.”

En una ocasión un reportero le preguntó al anciano Rockefeller, "¿Cuánto dinero se necesita para satisfacer a una persona?"

El multimillonario respondió rápidamente, "¡Siempre un poquito más!"

Alguien dijo alguna vez: "El dinero te comprará lo siguiente: Una cama, mas no el sueño / Libros, pero no un cerebro / Comida, mas no el apetito / Fineza pero no la belleza / Una casa mas no un hogar / Medicina pero no la salud / Lujos pero no cultura / Diversiones, mas no la felicidad / Un crucifijo, pero no al Salvador."

Obviamente no podemos vivir sin dinero y no hay nada malo con ser rico.  La situación es, ¿nos pertenece ese dinero o nosotros le pertenecemos al dinero?, y ¿qué nos motiva a desear más abundancia?

Nunca olvidaré el título de un artículo que leí hace tiempo el cual decía, “¡Las cosas que Dios haría si tan solo tuviese el dinero!”

Un punto muy interesante. En realidad se necesita dinero para hacer el trabajo de Dios y la manera en que él maneja estas finanzas es a través de las donaciones de personas caritativas.  Si cada cristiano hiciera esto y donará una porción de lo que Dios le da (o el diezmo como algunos le llaman), el trabajo de Dios se haría y el mundo entero recibiría el evangelio.

Llegamos a este mundo sin nada. Y nos iremos en la misma forma.  Es solo lo que estamos invirtiendo en el Reino de Dios lo que nos llevaremos. Como lo dijo Jesús, “No guarde para sí mismo tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín los destruirán, y donde los ladrones entrarán y los robarán. Guarde sus tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín los destruirán y a donde los ladrones no entrarán a robarlos. Porque allí donde está su tesoro, allí estará también su corazón."²

Se sugiere la siguientes oración: "Querido Dios, ayudame a comprender la importancia tremenda de invertir mi vida, mis talentos y mi dinero en la eternidad y tener valores que te complazcan. Gracias por escucharme y responder a mis oraciones. De todo corazón, en nombre de Jesús, Amén.

1. Lucas 12:15.
2. Mateo 6:19-21.

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