
Encuentros Diarios
Diciembre 09, 2019
1. Limites
“Sea pues su palabra ‘Sí,’ ‘Sí,’ y sus ‘No,’ ‘No.’”1
Estoy seguro que ustedes conocen a alguien que no acepta un no como respuesta. Ha este tipo de personas les gusta romper los limites, y no tiene respeto por los demás.
Los limites saludables son para protegernos a nosotros mismos de las personas toxicas, de los controladores y los manipuladores, de los estafadores, personas abusivas, de las personas que nos pueden lastimar o usarnos para lograr lo que desean.
Los limites externos son necesarios para proteger nuestro propio bienestar físico. Nadie tiene derecho a entrar en nuestro espacio personal, enfrentarnos, o tocarnos sin nuestro permiso.
Los limites internos son para proteger nuestros sentimientos. Nadie nos puede molestar, lastimar nuestros sentimientos, hacernos sentir culpables, avergonzados, atemorizados, o enojados sin nuestro permiso. Por esto necesitamos buenos limites internos.
Los limites no son paredes. Los limites permiten la entrada a las personas que deseamos cerca de nosotros. Las paredes mantienen alejados a todos. Los limites también son necesarios para mantener bajo control nuestra propia “maldad” y así no lastimar a otros.
Sin limites sanos, los demás caminarían sobre nosotros, nos usarían, o abusarían de nosotros y terminaríamos sintiéndonos enojados, molestos, lastimados, y tal vez hasta nos hundiríamos en nuestra propia lastima. Lo que hagan los demás es su responsabilidad. Lo que nosotros permitimos que nos hagan es nuestra responsabilidad. Por esto necesitamos limites sanos sin los cuales es imposible recuperarse, crecer y tener una vida con significado.
Además, sin la libertad de decir no, nuestros si no tienes significado.
Lean la vida de Jesús en el evangelio para encontrar un buen ejemplo de lo que son los limites sanos. Nadie nunca controló, manipuló o hizo algo sin el permiso de Jesús—incluyendo a sus padres una vez que se convirtió en un hombre joven.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor ayúdame a desarrollar limites sanos para proteger a los demás de mi “maldad” y para protegerme de la “maldad” de los demás. Y ayúdame a siempre respetar los limites de los demás. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, amén.”
1. Mateo 5:37 (NIV).
<:))))><
|