El Camino a la Recuperación
Página Dos
Tercero. Reconocerlas reglas en la forma de vivir de la familia disfuncional, las cuales han sido identificadas como sigue: no hablan, no confían, y no sienten. Esto es, no hay confianza para compartir los problemas familiares abierta y honestamente. Los secretos familiares se mantienen ocultos. Los miembros tienen miedo de compartir sus sentimientos. Y la familia vive negándolo todo.
Cuarto. Con é ctase. Rspondemos negativamente porque no nos sentimos amados. Actualmente los problemas, adicciones y comportamiento destructivo son resueltos no simplemente por un nuevo comportamiento sino por sentirse una parte de la familia y sintiendo amados.
Esto es decir, necesitamos estar conectados al dolor que habíamos negado para así poder darles la cara y resolver su causa. Dejamos de reactuar mal , el cual a su vez nos motiva a buscar la ayuda que necesitamos.
Al mismo tiempo es absolutamente esencial que entremos en contacto con personas que son amables, nos aceptan y no nos juzgan, con quienes podemos compartir nuestros más obscuros secretos y quienes nos amaran y aceptaran tal y como somos. A través de su amor y aceptación aprendemos a amar y aceptarnos a nosotros mismos. Es este amor lo que nos cura y nos libera. Pero sólo podemos ser amados hasta el grado en el que nos dejamos conocer. Por lo tanto para ser conocidos necesitamos llevar nuestro lado oscuro a la luz. Como la Biblia lo enseña, cuando caminamos en la luz y confesamos nuestros pecados y faltas a amigos en los que confiamos y nos conectamos, encontramos el perdón y sanidad.2
Actuamos de manera negativa
porque no nos sentimos amados.
Quinto. Sigamos los planes de Dios para la recuperación. Sufrimos daño en algunas relaciones familiares que no eran sanas pero hat sanidad dentro de relaciones familiares que son saludables. La iglesia, cuando funciona como Dios lo desea, puede proveer las formas más significativas de recuperación que podamos encontrar. Cuando venimos a Dios, a través de Jesucristo, su Hijo, y le confesamos nuestro lado negro y los secretos recibimos su perdón, él nos adopta dentro de la nueva familia—la familia de Dios.
Así, como las reglas practicada por la familia disfuncional son de no hablar, no confiar, y no sentir, las reglas para una familia funcional son; discutirlo, el confiar y el sentir. Así, para recuperarse de los efectos de los antecedentes de una familia disfuncional, se necesita encontrar una iglesia que tenga grupos donde se pueda hablar, confiar y sentir—donde uno se sienta amado por quien es y no por lo que se ha hecho o no hecho.
Además, estos grupos pequeños—ya sean grupos que se preocupan, grupos de apoyo, grupos de terapia, o grupos de recuperación de los doce pasos – son lo más cercano a una familia que puedan encontrar. Y mientras que ellos permanezcan abiertos, honestos, se sientan seguros de si mismo, nos acepten, no juzguen pero nos amen, ellos tienen la llave para la recuperación de millones de familias e individuos.
Finalmente. Pidan la ayuda de Dios. Es importante no sólo el pedir ayuda para vencer los síntomas de mal actitud y portamiento. Estos comportamientos negativos nos muestran que algo está mal a un nivel interno en nuestras vidas. Por lo tanto, necesitamos orar de la siguiente manera, “Dios, aquí están los síntomas que yo veo en mi vida (nombre el problema). ¿Me darías el coraje para enfrentar las y guíame hacia la ayuda que necesito para resolverlas?” El Camino hacia la recuperación podría ser difícil en algunas ocasiones pero es mejor quedarse en los senderos de la vida y como un autor tituló su libro, “¡Los topes sirven para pasos de escala!” Si realmente desean la ayuda de Dios, actúen responsablemente, y hagan su parte, Dios les ayudará.
1. Exodo 34:7. 2. Primera de San Juan 1:7 con Santiago 5:16.
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